Taller
Razones
Primera
Te preguntarás porqué hay que llevar un instrumento al taller. Las razones son muchas y muy diversas, pero la más sencilla que te ofrecemos es porque un instrumento musical es una herramienta de precisión, y, como todas las herramientas, ha de ser ajustada y calibrada para su óptimo funcionamiento y mínimo desgaste.
Si a lo anterior añadimos que los intérpretes de instrumentos musicales que nos ocupan sois personas con una formación, estilo, dedicación o desarrollo musical heterogéneo, hemos de procurar dar servicio a todas las necesidades acomodando el instrumento, dentro de unos parámetros, a lo que cada uno de vosotros requiere, tal y como un sastre hace con sus clientes al confeccionar una camisa a medida.
Segunda
Cuando recibimos un instrumento por primera vez, incluso si se trata de un instrumento nuevo, lo revisamos en su totalidad, tanto en los aspectos mecánicos (desgaste de trastes, curvatura, estado de clavijero y puente, de cejuela, de uniones cuerpo/mástil, etc) como en su faceta electrónica (estado de componentes electrónicos y tiempo que llevan instalados, existencia o no de blindaje, estado de las soldaduras, etc).
En un instrumento con un cierto tiempo, tratamos de equilibrar sus desgastes para optimizar su funcionamiento.
En uno nuevo, procuramos sacarlo de un ajuste “estándar”, que a nadie disgusta, pero tampoco satisface, para adaptarlo a los requerimientos e identidad del músico que lo va a utilizar.